Fue el asentamiento principal de Chincha, próspero curacazgo de agricultores, pescadores, artesanos y mercaderes que se desarrolló en el amplio y fértil valle que lleva ese nombre en la costa del Perú, entre los años 900 y 1450 d.C.
Estas grandes pirámides fueron los palacios de los señores chinchanos las que están formadas por varias plataformas superpuestas. En la parte más alta estaban las habitaciones y patios más importantes. En las plataformas intermedias las habitaciones y patios menos importantes. En la cima de la pirámide de La Centinela, está el «recinto del friso», que está en mal estado, derruido en gran parte, conservándose sólo la parte inferior del que fue un largo muro decorado con aves marinas, peces y olas. En la parte inferior de dicho friso se puede ver la representación de un ave marina en vuelo de picada en clara acción de pescar.